Trapecio
Elegía
2
No se detuvo el curso
ni la primavera plegó sus alas
ni las hojas brillantes
de traslúcido verde
verde trémulo
se desprendieron de su amorosa savia
Nada contuvo el aliento
nada se marchitó prematuramente
La muerte nunca es prematura
Cuántas estrellas ésa y las otras noches
El universo es hermoso y frío
y no tiene respuesta
Un torrente de luces ajenas a los vuelcos del corazón
a la carne y a la ternura
a la dolorosa transición de los anfibios
Trapecio, Socorro León Femat, Xalapa, México, Ficción Breve, Universidad Veracruzana, 2001.
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