lunes, 28 de enero de 2019

SALGO HACIA EL DÍA.

De Jorge Brash.

Para María del Carmen

SALGO hacia el día.
Alguien de quien sólo conozco
la solitaria demencia
dejó sobre mis manos su sonrisa
para después salir como buceando.

Retomo la noche: se fragmenta,
nace el frío largo,
el mortuorio contorno del oxígeno
que habré de respirar.

Salgo hacia el día.

Como el antílope baja por la luz,
suspende y vibra su existencia sobre el lago,
me abrevo. ¿Para qué?

Los árboles emprenden la huida,
bajando terriblemente blancos por el hielo.


...
(Tal vez me quedé otras dos horas,
tal vez me encendiste un cigarro
que no te pedí. Tal vez,
como se envuelve en el aliento
media hora de espera
y una taza de té.)



A la mitad del puente, Jorge Brash. Colección Poesía. Editora del Gobierno del Estado de Veracruz-Llave. Xalapa, Ver. Mx. 2001



jueves, 10 de enero de 2019

PALOS DE CIEGO



PALOS DE CIEGO. *

                                                                                                                  A Jaime García Terrés.

EN LA NEGRA BODEGA los palos del ciego
Abanican el vacío:
Una y otra vez el panal enllamarado
Elude el bastonazo, esquiva la ira
Del golpe que intenta convertirlo
En cascada rebosante.
Una y otra vez la presa cobra al cazador;
Se falla, no se acierta,
El gran nudo corredizo
No ciñe pálidas corolas.

Y de repente, sin que la desencantada magia
Lo sueñe o lo pretenda,
Un palo de ciego
Parte en dos el anciano castillo de la realidad.
El beso da en el blanco,
Hasta ser puertas crecen las ventanas
Y cual gárgola pausada
La boca gotea innombrables mariposas.

Antelaciones y premoniciones
Se truecan en dioses que respiran;
Góticas torres tornasoles
Custodian a la mañana vestida con unos cuantos pájaros
Y hablan y hablan interminablemente
Con la luz que se desnuda en medio de la plaza.

Palos de ciego el ciego lanza
En la noche absoluta:
Más de pronto da en el blanco
Y una resplandeciente niña,
Con un solo monosílabo de fuego
Doma los bullentes hemistiquios del amor.

Ahora sí brilla entre las jarcias
Una sucesión de collares explosivos
Y el marinero abraza por su talle
Al frondoso verano que le corresponde
Y toma por el cuello a la realidad
Y la hace vomitar sus piedras más hermosas.

Ahora sabemos que el alma está despierta
Porque sus habitaciones aún se hallan encendidas.
No se gasta más la pólvora
En mínimos infiernos;
El ojo ha visto, el ojo ha despertado;
En el palenque ya no se degüellan ambos gallos
Y he aquí que la piedad también amanece para el victorioso.

Ya es la golondrina el palpitante nudo
Que ata el vuelo pasado al vuelo por venir.

También el universo, con su soberbio palo de ciego,
Estrelló la noche
Y dió a la palabra
Sus cuatro puntos cardinales.





* Vendimia del juglar (1965), Delante de la luz cantan los pájaros, (Poesía, 1953-200), Marco Antonio Montes de Oca. Conaculta, México Lee.

miércoles, 2 de enero de 2019

Niebla del riachuelo.

NIEBLA DEL RIACHUELO.

De Leonel Edmundo Rivero (Valentín Alsina, 8 de junio de 1911- Buenos Aires, 18 de enero de 1986) fue un cantanteguitarrista y compositor argentino de tangos.

Turbio fondeadero donde van a recalar
Barcos que en el muelle para siempre han de quedar
Sombras que se alargan en la noche del dolor
Náufragos del mundo que han perdido el corazón
Puentes y cordajes donde el viento viene a aullar
Barcos carboneros que jamás han de zarpar
Torvo cementerio de las naves que al morir
Sueñan sin embargo que hacia el mar han de partir...

¡Niebla del riachuelo!
Amarrado al recuerdo
Te sigo esperando
¡Niebla del riachuelo!
De ese amor, para siempre
Me vas alejando
Nunca más volvió
Nunca más la vi
Nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí
Esa misma voz que dijo: "¡adiós!"

Sueña, marinero, con tu viejo bergantín
Bebe tus nostalgias en el sordo cafetín
Llueve sobre el puerto, mientras tanto mi canción
Llueve lentamente sobre tu desolación
Anclas que ya nunca, nunca más, han de levar
Bordas de lanchones sin amarras que soltar
Triste caravana sin destino ni ilusión
Como un barco preso en la "botella del figón"