lunes, 28 de septiembre de 2015

Miguel.

Sonetos a los Arcángeles

Miguel

Al riesgo y la virtud libró su vuelo;
y el pie que alzó entre brisas luminosas
tocó la oscuridad y las ruidosas
orillas donde el monstruo hunde su vuelo.

Se oyó el abismo de la tierra al cielo.
Y ante el mundo sangrante de las cosas
cortó el arcángel las pestilenciosas
cabezas de volcánico flagelo.

La Virgen de las vírgenes subía
del cielo que enfloró con nuevas voces
a otro cielo de incógnita alegría.

Suspendiendo los coros de la vida
pasó el arcángel -nube y luz veloces-
punzando estrellas con su espada henchida.


cfr:"Esta barca sin remos es la mía", Carlos Pellicer, Xalapa, México, Universidad Veracruzana. 2008.

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